Dice el mito a que a los abogados no nos gustan los números. No es cierto. Sí nos gustan, pero ordenaditos. De uno en uno, como en fila india. La prueba es que nos encanta nombrar los artículos de las leyes: “Artículo 34, párrafo 3, de la Sección 1ª, del Título III de la Ley 76/2003”.
Lo que no nos gustan son las matemáticas. Diferenciales, integrales, ecuaciones… donde se mezclan letras, números, signos y símbolos. Eso no nos gusta. Nos suena a orgía numérico-festiva a la que, como siempre, no estamos invitados los abogados.
Yo soy como el resto de mis colegas. Me gustan los números en fila india. Por eso voy a resumir todo lo que sé sobre la empresa familiar en 9 números. Como si fuera la canción “Conteo Regresivo” del salsero Gilberto Santa Rosa, pero pa´lante no pa´tras (o sea, comenzando por el uno).
- Un Mesosistema. La empresa familiar es, en realidad, un sistema de sistemas. Una especie de galaxia compuesta por sistemas solares que interactúan unos con otros. Con planetas, satélites, cometas y asteroides. La Familia, la Empresa, los Órganos de Gobierno, los Accionistas. Las Ramas Familiares y las Generaciones Familiares. El Legado, la Gobernanza, la Sucesión, la Profesionalización y la Cohesión.
- Dos caras de la misma moneda. La empresa familiar y la familia empresaria. Los dividendos y las metas. Los afectos y el ADN.
- Tres grandes diálogos. Cómo está viviendo la Familia. Cómo están funcionando las compañías. Cómo están rindiendo las inversiones.
- Cuatro círculos a los que las personas pueden pertenecer y lo hacen todo más complejo: Familiares – Ejecutivos – Accionistas – Miembros de la Gobernanza. Familiares que son empleados y accionistas. Ejecutivos que son accionistas y familiares. Directores de Junta Directiva que son familiares y ejecutivos. Etcétera.
- Cinco retos esenciales de toda familia empresaria. Diseñar el legado futuro que la familia quiere construir en conjunto. Establecer las normas y órganos de la gobernanza. Gestionar las sucesiones en los liderazgos familiares y corporativos. Profesionalizar las compañías para alcanzar el crecimiento imprescindible. Construir la cohesión familiar y la realización individual.
- Cinco más uno. Los cinco retos esenciales más un reto de método: conformar un equipo de familiares que sean capaces de darle orden y futuro al mesosistema.
- Siete claves para gestionar la sucesión:
- La sucesión siempre es de liderazgos en plural; el poder se puede y se debe compartir.
- El “para qué suceder” es mucho más importante que el “quién sucede a quien”.
- Debe haber un procedimiento formal y transparente de sucesión antes de necesitarlo.
- Hay que gestionar cada sucesión como un proceso de cambio.
- Delegar la búsqueda y la preselección en un experto imparcial facilita el proceso.
- Invertir en la capacitación continua de los familiares es la mejor estrategia para tener buenos sucesores.
- Si no quiere dejar el puesto, dígalo claro y alto.
- Ocho funciones debe cumplir toda familia empresaria.
- Dar una identidad colectiva a sus miembros.
- Definir el propósito común de la familia.
- Garantizar un cierto grado de solidaridad mutua.
- Establecer el grado de intimidad que sus miembros quieran.
- Dar relevancia a todos sus miembros.
- Respetar la independencia individual.
- Establecer un sistema de comunicación asertiva y transparente.
- Permitir el cambio para que la familia pueda adaptarse al entorno.
- Cinco más cuatro. Cinco retos más cuatro círculos.
¡Ya está! Sólo falta ponerle música. Bueno, música y un final…
Si. Un final. Porque estas líneas son algo más que el desagravio numérico de un abogado. Pretenden algo más…
Lo que trato de hacer aquí es quitarle a la gente el miedo a la complejidad de la empresa familiar. Todos los que tenemos algo que ver con las familias empresarias, ya sea desde dentro de ellas o desde sus aledaños (coaches, consultores, asesores, ejecutivos, etc.) somos conscientes de la complejidad del tema. Y esa complejidad echa “pa´tras”. Los miembros de las familias empresarias, aún conscientes de que algo no marcha bien, dudan en como abordar los problemas. Los ejecutivos a los que las empresas familiares les ofrecen un puesto dudan en aceptarlo. Los coaches que son requeridos para ayudar dudan si comprenderán bien esa maraña de relaciones.
Creo que algo que les puede ayudar a todos es poner orden en esa complejidad. Resumirla en 9 números. Eso no hará más fácil abordar los problemas de una empresa familiar pero sí hace más sencillo comprender lo que está pasando y, espero, perderle el miedo a esa complejidad y empezar a disfrutar de ella. Ojalá el 2018 sea el año en que eso suceda.