Glasswing, la fundación que impulsan Celina de Sola y su hermano Diego. Fue una cena para recaudar fondos para su presupuesto de operaciones. El evento tuvo la calidad y la calidez que la Familia de Sola pone siempre en todo lo que hacen.
Pero, a la vez, asistir a la cena de gala, también me hizo reflexionar acerca de la importancia que las Fundaciones tienen para las Familias Empresarias. No cabe duda que estas instituciones son una parte importante pero, por su propia variedad, creo que hay una cierta confusión sobre su gestión.
El primer aspecto que suele ser confuso es su propia esencia. En principio, las fundaciones familiares son iniciativas que surgen de la familia y que pueden coexistir o no con fundaciones empresariales. Pero si nacen como iniciativas de la Familia Empresaria debería estar en el ámbito de la Familia y no de los Negocios. Es decir, su gestión, impulso y finalidad debería responder a los intereses y sensibilidad de la Familia. Sin embargo, creo que hay tres elementos que han propiciado una cierta confusión.
Hace poco tuve el placer de asistir en Nueva York a la cena de gala de - La gran relevancia que ha tenido la RSC (responsabilidad social corporativa) en los últimos años ha generado en bastantes Familias Empresarias la duda de si las Fundaciones son o no (o deberían serlo) parte de las iniciativas de RSE de las empresas propiedad de la Familia.
- El hecho de que la financiación de esas fundaciones haya venido en muchos casos directamente desde las empresas y no desde las familias ha abonado el campo para la confusión. Si la empresa paga el presupuesto de la fundación ¿no debe ser dirigida o supervisada por la Empresa?
- Las empresas suelen prestarles servicio a la estructuras de las fundaciones (recursos humanos, contabilidad, etc.) lo que, de alguna manera, añade zona grises a la relación entre empresa y fundación.