La cercanía de las fechas internacionales dedicadas a la Empresa Familiar y a la Salud Mental me animaron a escribir estas líneas. Lo dudé bastante porque no quiero banalizar una enfermedad como la esquizofrenia que genera mucha angustia y dolor a mucha gente.
Más bien, al contrario, al utilizar la esquizofrenia como metáfora para lo que ocurre en las familias empresarias y su tratamiento como aprendizajes posibles espero estar normalizando la enfermedad. Haciéndola algo común a lo que se puede mirar de frente. Sin evadirla ni pretender que no existe. Aprender, en definitiva, de la gente que con valentía lidia con ella todos los días. La esquizofrenia nos evoca disociación de la personalidad. Alucinaciones, delirios, percepción distorsionada de uno mismo… Algo así como ser dos cosas al mismo tiempo y estar en conflicto con uno mismo. Y eso es lo que me recuerda a la situación estructural de las relaciones en las familias empresarias. Una de las cosas que más definen a las empresas familiares es la variedad de roles que, al mismo tiempo, confluyen en algunos o muchos de los miembros de la familia empresaria que está al frente de los negocios. En otras palabras, en las familias empresarias uno es muchas cosas al mismo tiempo. Uno vive en una especie de esquizofrenia permanente. Esa complejidad de roles viene determinada por la pertenencia de las personas a uno o más de los siguientes cuatro círculos:5 de octubre Día Internacional de la Empresa Familiar
7 de octubre Día Mundial de la Salud Mental.
- El círculo de la Familia (padres, hijos, hermanos, primos… pero también cuñados y suegros).
- El círculo del Accionariado (accionistas que, en alguna empresas familiares, no siempre tienen por qué ser familia).
- El círculo del Gobierno (miembros de juntas directivos o consejos de accionistas que, a veces sí y a veces no son familia o accionistas).
- El círculo de la Empresa (empleado de las empresas familiares que a su vez pueden ser familia, accionistas o miembros de las juntas directivas)
- Sé consciente.
Muy interesante tu disertación.
Mi opinión es que quizás las personas demos por hecho que podemos asumir múltiples roles y no pasa nada. Como bien comentas las emociones tienen mucho que ver aquí. Hay que estar muy pero que muy centrado y sano psiquicamente para que la factura no se convierta en un billete sin vuelta al tratamiento psiquiátrico.
En la familia empresaria, por lo que expones sería fundamental la prevención, la detección del problema y la intervención sin complejos llegado el caso.
Un abrazo